miércoles, 6 de agosto de 2014

Albert Rafael - El Proceso (Reflexión)

Albert Rafael - El Proceso




¿Alguna vez has estado desesperado? Es decir, tener un problema que si no lo resuelves pronto te ocurrirá algo muy desagradable, bueno, espero no ser el único, y si usted no lo ha estado, en verdad espero que nunca le pase.

No recuerdo de donde venía aquel día, pero lo único que quería era llegar a casa, estaba desesperado, tenía que llegar pronto porque de lo contrario sabía que algo muy desagradable me iba a ocurrir, así que cuando al fin llegué, entre rápidamente y me senté de inmediato en el "Trono", y así sentirme aliviado, y libre de mis penas.
     
    Pero no me había percatado de algo, (y aunque si había papel higiénico), me había olvidado por completo de cerrar la puerta del baño. Al principio no me preocupé, hasta que noté que había llegado gente a casa, no sabía qué hacer, estaba en apuros, y me cuestionaba ¿Y si entran y me ven así? ¡Oh Por Dios! ¿Qué hago ahora?

«Pero, ¿Por qué no te paras y la cierras tú mismo la puerta de una buena vez?» No podía, entiéndeme, estaba grave.


Así que no tenía otra opción, y sin pensarlo más dirigí mi brazo hacia la puerta y le dije. — Puerta, en el nombre de Jesús te ordeno que te cierres. Y aunque ustedes no lo crean, la puerta no se cerró, pensé que no lo había dicho con fe suficiente, así que lo intente otra vez, y otra, y otra, y otra vez, hasta llegar a la séptima, y solo porque era la séptima, por mi madre santísima, que solo porque era la séptima la puerta, tampoco se cerró.

Pero algo aprendí con el tiempo de este proceso, «Nunca voy a conocer al Dios de lo sobrenatural sin antes haber conocido al Dios de los procesos». Todos sin acepción hemos querido ver al menos un milagro en nuestras vidas, algo sobrenatural que nos impulse a creer firmemente en la existencia de una deidad divina, ¿Pero por qué esto no sucede con frecuencia? ¿Por qué cuesta tanto obtener un milagro de Dios? ¿A cazo no dice la Biblia, «Pedid y os se les dará?

Lo primero que pensamos cuando no recibimos lo que pedimos es que NO tenemos la FE NECESARIA para lograr el milagro, hasta que un día con el tiempo aprendemos la lección y al abrir los ojos entendemos entre ellas estas dos cosas.

1ro. Lo sobrenatural sucede cuando Dios lo decida.
2do. Lo sobrenatural sucede cuando ya te encuentras preparado (Procesado) para recibirla.

Aprender esto nos ayuda a confiar más en él, rompiendo todo el enojo que sentimos cuando el señor no nos responde cuando queremos; el problema está que sabemos que él con solo pronunciar una palabra se mueve lo inamovible, ¿Entonces por qué no puede solucionarle un problema a su hijo? Sabemos que el tiene suficiente poder para mover montañas, para multiplicar peces, para sanar enfermos, para resucitar muertos, etc. ¿Pero por qué no puede cerrar una estúpida puerta?

La respuesta es sencilla, Lo sobrenatural sucede cuando Dios lo decida, nosotros no tenemos autoridad para presionar a Dios para que haga algo que queremos, eso nunca va a pasar, él espera pacientemente el momento apropiado, la hora exacta y el día correcto, porque hay una gran importancia en ser procesado antes de recibir lo que Dios tiene para nosotros.

Sólo imagínese que Dios nos dé siempre lo que le pedimos y cuando lo pedimos, ¿no vendríamos más a él por sus beneficios que por amor mismo? Ese no es el plan, él quiere darte lo que pides, claro, pero solo si te conviene, y a su debido tiempo, él quiere prepararte, procesarte para que no seas una uva. Ser procesado es crucial en nuestro crecimiento personal, sin el no podemos obtener el carácter para recibir todo lo que ha de venir, es difícil asimilarlo, pero una vez comprendido podemos entender ciertas cosas, los «¿Por qué?» se hacen más fáciles de comprender, las preguntas terminan desvaneciéndose.

Una cosa es segura, nunca vamos a poder comprender como Dios trabaja en nuestras vidas, muchas veces pasaremos por ciertos procesos que nos parecerán injustos e inmeresibles, quizás culparemos a Dios en busca de respuestas, y nos enojaremos con él por su forma lenta y  silenciosa de responder, pero es que su soberanía obra de manera que nosotros no podemos entender, los procesos nos dolerán muchísimo, pero Dios se perfecciona en nuestras debilidades, solo tenemos que creer en él, dejar que nos procese para así crecer, tus preguntas obtendrán respuestas una vez haya concluido tu proceso.

Solo creé, solo confía.

"No puedes ser siempre una uva, tienes que ser procesado para convertirte en vino, no puedes ser siempre una semilla, tienes que ser sembrado y procesado para convertirte en un albor que de frutos a su tiempo..." - Sr. Perez (Aposento Alto).

Esto puede aplicarse a absolutamente todo, solo permite ser procesado. No es simple, pero será necesario. Créeme.

® Albert Rafael - El Proceso.
© TrinidadSantaPredica™.  CopyRight 2014.


Todos los derechos reservados.
Inspiración del libro: El Dios de los procesos. Riqui Gell. 

sábado, 3 de mayo de 2014

Albert Rafael - Admiración (Reflexión)

Albert Rafael - Admiración (Reflexión)




 Todo empezó aquel sábado por la noche, o más bien aquel domingo por la noche, o aquel jueves por la noche... Realmente no recuerdo, pero todo empezó así, por la noche...


 El mensaje le tocó a la persona que  más admiro dentro de  las cuatro  paredes de la iglesia en donde asisto, y  dijo  algo que no pude evitar  mencionar  tiempo después:

"Detrás de ti, hay un niño que te observa. Detrás de ti,  siempre hay alguien que te admira"  

Esas fueron las  palabras dichas por Delsiris Cuevas en su sermón para la  juventud cristiana en nuestra congregación hace algunos  años. Esas palabras fueron de gran impacto para mi vida,  aunque en ese momento nadie me había dicho que me  admiraba.

      En lo particular creo que todos, sin excepción;  sentimos admiración por algo o alguien, ya sea por ser un excelente predicador, o quizás por haber creado el Ipod, el Window o lo último en tecnología Android 4.0.
O tal vez, por ser bueno haciendo, produciendo o creando alguna especie de arte, música, cine o lo que sea, la cuestión es que siempre tendremos a alguien a quien sentir admiración, puesto a que lo inusual es atractivo a nuestros ojos, y eso es Bayer. Sé que sabes lo que significa.

A todos una vez nos preguntaron  (cuando nuestro cerebro era virgen de información), una de las más frecuentes preguntas que sin dejar lugar a dudas va a trascender a la siguiente generación, «¿Qué quieres ser cuando seas grande?» Nosotros como discapacitados mentales por causa de nuestra inmadurez, respondemos la primera estupidez que nos salga de nuestro diminuto cráneo. «Yo quiero ser bombero». Y está bien. Lo triste del caso es que la mayoría quiere ser como alguien en particular, «Yo quiero ser como Arcángel», «Yo como Dante Gebel», «Yo como Justin Biber», «Yo como Redimi2», y en el peor de los caso, nunca falta el pervertido, «Yo quiero ser un actor porno». El núcleo del problema está en que la mayoría son conformistas y quieren ser como ya son otros, es decir, seguir caminos trazados, «Yo me conformaría si fuese como mi pastor». Todos quieren ser el arma fabricada, pero nadie quiere ser el plutonio con que se fabrica el arma, ¿Me estás entendiendo? Lo que trato de decir es que todo es un proceso; sin embargo, ¿Dónde está lo extraordinario de seguir los caminos trazados? ¿Acaso no te conducen estos a donde ya han ido otros?, debes forjar tu propio camino, debes caminar por encima de tus ojos, ver más, mucho más allá de lo que tus pupilas pueden alcanzar, y adivina que, te diré un secreto, tu propio talento va a llevarte lejos.

Recuerdo aquella noche, esa vez cuando estaba terminado el culto, me abrí paso entre la multitud, y allí estaba Delsiris, muy cerca, lo saludé y luego lo abracé, esperé un momento y le dije.

— ¿Sabes Delsiris? Ya no quiero ser como tú.

Esto lo tomó por sorpresa, puesto a que antes le había dicho que lo admiraba y por tal razón quería ser como él es; y siempre será.

 – ¿A no? - Puso los ojos en blanco-, ¿Por qué?

Seguro de lo que iba a decir, continúe.

 – Porque voy hacer mucho mejor que tú, voy a superarte, y lo vas a ver con tus propios ojos, y cuando eso suceda... Sencillamente será genial.

Nunca voy a olvidar su sonrisa cuando le dije eso. Nos abrazamos fuerte, y hoy en día poco a poquito voy cumpliendo lo que me prometí.

Quiero que entiendas esto. La determinación, el riego y la voluntad de progresar hacia lo que te propongas, hacia lo tenebroso y deslumbrante forma la parte crucial en tu vida, ese es El Código Del Campeón, seguir hacia lo desconocido, construir tu propio sendero, caminar firme en tus decisiones. Siempre sé mejor de lo que crees que puedas lograr, entrega tu mejor cordero, da siempre lo mejor de ti, no te rindas, no TE FALLES A TI MISMO, no te guardes nada para después, en todo lo que emprendas, hazlo con excelencia y calidad, porque la disciplina va muy de la mano con el éxito que deseas tener, sé siempre como tú, y si alguna vez quieres ser, imitar o admirar a alguien, allí está el único, él más perfecto ser digno de admiración, el mejor ejemplo a seguir, el único a quien sentirse libre de imitar. Le llaman Hijo De Dios, y su nombre le define, y por tanto nos dio potestad para que nosotros también seamos llamados Hijos De Dios.

Y como dije antes, de aquella noche hacen ya algunos años si mal no recuerdo, las palabras de esa vez siguen vagando por mi subconsciente, y dejaron en mí, algo de qué hablar; ahora me pregunto qué expresión pondrá Delsiris cuando lea esto, estoy ansioso de volver a verlo, ansioso de que pase el tiempo para poder decirle «Oye, ya te superé». Quiero que lo sepa una vez más.

Sé que aun él no ha leído esto, pero ya lo hará, así que mientras tanto...

 ¡Hola Delsiris!

® Albert Rafael.
© Trinidad Santa Predica™ Copyright 2014. Todos los derechos reservados.