sábado, 3 de mayo de 2014

Albert Rafael - Admiración (Reflexión)

Albert Rafael - Admiración (Reflexión)




 Todo empezó aquel sábado por la noche, o más bien aquel domingo por la noche, o aquel jueves por la noche... Realmente no recuerdo, pero todo empezó así, por la noche...


 El mensaje le tocó a la persona que  más admiro dentro de  las cuatro  paredes de la iglesia en donde asisto, y  dijo  algo que no pude evitar  mencionar  tiempo después:

"Detrás de ti, hay un niño que te observa. Detrás de ti,  siempre hay alguien que te admira"  

Esas fueron las  palabras dichas por Delsiris Cuevas en su sermón para la  juventud cristiana en nuestra congregación hace algunos  años. Esas palabras fueron de gran impacto para mi vida,  aunque en ese momento nadie me había dicho que me  admiraba.

      En lo particular creo que todos, sin excepción;  sentimos admiración por algo o alguien, ya sea por ser un excelente predicador, o quizás por haber creado el Ipod, el Window o lo último en tecnología Android 4.0.
O tal vez, por ser bueno haciendo, produciendo o creando alguna especie de arte, música, cine o lo que sea, la cuestión es que siempre tendremos a alguien a quien sentir admiración, puesto a que lo inusual es atractivo a nuestros ojos, y eso es Bayer. Sé que sabes lo que significa.

A todos una vez nos preguntaron  (cuando nuestro cerebro era virgen de información), una de las más frecuentes preguntas que sin dejar lugar a dudas va a trascender a la siguiente generación, «¿Qué quieres ser cuando seas grande?» Nosotros como discapacitados mentales por causa de nuestra inmadurez, respondemos la primera estupidez que nos salga de nuestro diminuto cráneo. «Yo quiero ser bombero». Y está bien. Lo triste del caso es que la mayoría quiere ser como alguien en particular, «Yo quiero ser como Arcángel», «Yo como Dante Gebel», «Yo como Justin Biber», «Yo como Redimi2», y en el peor de los caso, nunca falta el pervertido, «Yo quiero ser un actor porno». El núcleo del problema está en que la mayoría son conformistas y quieren ser como ya son otros, es decir, seguir caminos trazados, «Yo me conformaría si fuese como mi pastor». Todos quieren ser el arma fabricada, pero nadie quiere ser el plutonio con que se fabrica el arma, ¿Me estás entendiendo? Lo que trato de decir es que todo es un proceso; sin embargo, ¿Dónde está lo extraordinario de seguir los caminos trazados? ¿Acaso no te conducen estos a donde ya han ido otros?, debes forjar tu propio camino, debes caminar por encima de tus ojos, ver más, mucho más allá de lo que tus pupilas pueden alcanzar, y adivina que, te diré un secreto, tu propio talento va a llevarte lejos.

Recuerdo aquella noche, esa vez cuando estaba terminado el culto, me abrí paso entre la multitud, y allí estaba Delsiris, muy cerca, lo saludé y luego lo abracé, esperé un momento y le dije.

— ¿Sabes Delsiris? Ya no quiero ser como tú.

Esto lo tomó por sorpresa, puesto a que antes le había dicho que lo admiraba y por tal razón quería ser como él es; y siempre será.

 – ¿A no? - Puso los ojos en blanco-, ¿Por qué?

Seguro de lo que iba a decir, continúe.

 – Porque voy hacer mucho mejor que tú, voy a superarte, y lo vas a ver con tus propios ojos, y cuando eso suceda... Sencillamente será genial.

Nunca voy a olvidar su sonrisa cuando le dije eso. Nos abrazamos fuerte, y hoy en día poco a poquito voy cumpliendo lo que me prometí.

Quiero que entiendas esto. La determinación, el riego y la voluntad de progresar hacia lo que te propongas, hacia lo tenebroso y deslumbrante forma la parte crucial en tu vida, ese es El Código Del Campeón, seguir hacia lo desconocido, construir tu propio sendero, caminar firme en tus decisiones. Siempre sé mejor de lo que crees que puedas lograr, entrega tu mejor cordero, da siempre lo mejor de ti, no te rindas, no TE FALLES A TI MISMO, no te guardes nada para después, en todo lo que emprendas, hazlo con excelencia y calidad, porque la disciplina va muy de la mano con el éxito que deseas tener, sé siempre como tú, y si alguna vez quieres ser, imitar o admirar a alguien, allí está el único, él más perfecto ser digno de admiración, el mejor ejemplo a seguir, el único a quien sentirse libre de imitar. Le llaman Hijo De Dios, y su nombre le define, y por tanto nos dio potestad para que nosotros también seamos llamados Hijos De Dios.

Y como dije antes, de aquella noche hacen ya algunos años si mal no recuerdo, las palabras de esa vez siguen vagando por mi subconsciente, y dejaron en mí, algo de qué hablar; ahora me pregunto qué expresión pondrá Delsiris cuando lea esto, estoy ansioso de volver a verlo, ansioso de que pase el tiempo para poder decirle «Oye, ya te superé». Quiero que lo sepa una vez más.

Sé que aun él no ha leído esto, pero ya lo hará, así que mientras tanto...

 ¡Hola Delsiris!

® Albert Rafael.
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1 comentario:

  1. Wow, qué bella reflexión. Excelente redacción. Tienes talento, sácale provecho. Sigue adelante, de verdad qué me encantó. Y que conste que me quedo corta al escribir esto, pero la verdad no encuentro palabras dignas para describir lo que sentí al leerla. ¡Enhorabuena por tu reflexión!

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